Well in your eyes, I like to stay.

Acababa de llegar a su segunda casa, como siempre, junto al idiota N°1 - osea, Charlus -. Había estado buscando a Leander, pero él parecía no estar por ningún lado. Luego de saludar a todos allí, a sus segundos hermanos y hermanas, y de saludar a su segunda mami, se quedó en en living de la casa. Esperando por Lee.

- Alanis -

Llega al living, exhausta de jugar con los pequeños. Se deja caer en el sillón, sin perder nunca su elegancia. Luego de hacer eso ve que estaba a su lado Jimmie. - Hola, Jimmie, - lo saluda, tierna como siempre

Se voltea, cuando siente la presencia de alguien a su lado, sonríe de lado. Típico.
- ¿Qué tal, Ali? - Pregunta, con total soltura a la par que mira a la rubia.

- Muy bien y tu ? - le pregunta al muchacho, su casi hermano, era casi de la familia como ali era casi hija de Sirius. Suelta su cabellera rubia, la cual cae sobre sus hombros, típico.

- Excelente, como siempre. - Presume, acomodándose un poco más en aquel sillón. Estirando sus brazos y dejándolos descansar detrás de su cuello. - Qué cuentas? El ministerio? - Pregunta, interesado.

Le dedica una tierna sonrisa, fugaz. - Pues como siempre, genial, muchas persecuciones, pero todo controlado. - comenta, como si fuera de lo más común perseguir magos intentando matarte. - Y el colegio ? - pregunta, curiosa.

Se encoje de hombros, haciendo un ademán con las manos. - Sobornos por aquí, sobornos por allá. - Rueda los ojos, era cierto que quizás, él tenía una forma de bromear distinta a la de su padre, pero era un jodón sin dudas.

Ríe, leve. - Como van las muchachas? - le pregunta, interesada, era su casi hermano y era celosa como lo era con Velk.

- Vienen, van.. - Le ofrece su mano, tomándola de la cintura y sentándola sobre su regazo. - Tus chicos? - Pregunta, con una ceja en alto.

Se sienta en su regazo, tomando su mano. - Hay, pero no me interesan - comenta, sin darle demasiada importancia al asunto. Acaricia con ternura su cabello, mirando esos ojos transparentes.

- Así me gusta. - Contesta, riéndose profundamente luego. Entrelaza su mano con la de ella, llega a entrar un Black al lugar, y le corta las pelotas por el sólo estar bajo ella.

Ríe con él, por su pegajosa risa. Comienza a pensar en el futuro del chico si en este momento entrara cualquiera de sus hermanos o sus padres, pero era muy cómodo estar junto a el. - Tu sabes cual sería tu futuro si algún Black entrara en este momento, corazón? - le pregunta, acariciando nuevamente su cabello.

Sonríe ladeado, masculino. - Lo sé, y debería preocuparme por eso, corazón? - También pregunta, acariciando levemente su cintura con una rara desenvoltura. Después de todo, no esta haciendo nada malo. ¿O si?

Lo piensa por un minuto. - No estando conmigo, para que te proteja, claro - dice, algo egocéntrica pero sin dejar de ser amable con el. deja de acariciar su cabello para acariciar su mejilla, mientras se dejaba llevar, una parte en su mente le repetía, solo tiene 17 años, pero la ignoraba completamente.

- No necesito que me protejan, Lanis.. - Susurra, no con un tono agresivo, si no más bien divertido. - Aunque quizás tengas razón, y deberiamos ir a otra parte. - Eso es algo que quizás James no sacaba tanto al aire, ese estilo jodidamente dedicado a las mujeres.

Piensa un segundo. - Mi habitación si quieres - le dice, con una sonrisa pervertida, totalmente igual a la de su padre.

Asiente, totalmente suelto. - Claro, creo que aún no la conozco. Podrías.. enseñármela? - Sugiere, más bien pide.

- Sería un honor - dice, levantándose despacio de su regazo, aún tomada de su mano. Lo guía escaleras arriba.

No puede evitar que su mirada se vaya un poco de lugar cuando suben las escaleras, salen de allí.