Waste Time~

- Son los temas de los que se habla cuando creces, y creciste, maduraste y eres quien en realidad siempre ocultaste - dice, subiendo el ego de su hermana. Acaricia nuevamente su cabello con ternura.

- Pero, no sé si esto va conmigo... - Murmura, señalando su vestido y todo ello. No podía negar que, en cierto modo, los últimos días habían sido grandes cambios para ella, pero se sentía extraña y un tanto fuera de sí. Aunque también sabía que nunca dejaría de ser la responsable cuida niños cocinera de la familia.

- Bueno, si no te sientes cómoda puedes cambiarte, eres tu, no yo. - le dice, algo decepcionada

- Nono, no es eso Ali.. - Explica, tratando de arreglar lo anterior. - Si me siento cómoda, me gusta este cambio pero.. - Se encoje de hombros, dejando escapar una corta y nerviosa risa. - Es extraño, muy. - Sonríe, se siente rara. Esa es la palabra clara, pero no rara de una mala manera, si no de una buena.

Le sonríe tiernamente. - Vamos a buscar a un señor, que estará encantado contigo - le propone, ayudándola a moverse en esos tacos.

- Señor? - Frunce el ceño, incorporándose de su lugar y caminando algunos pasos. Practicando un poco.

- Lee - le dice, corrigiendo su postura, cariñosamente. - Derecha Eli.-

La postura levemente encorbada, la tenía gracias al pasar leyendo libros. Se corrigió, sacando apenas un poco de pecho afuera, inconscientemente. Allí estaba, una Black con todas las letras.

La aplaude con ánimo. - Esa es la Eliud Black de la que estoy hablando - la felicita

Ríe de nuevo, risueña en aquellos momentos. - Voy a caerme y me veré como una ridícula. - Imagina, sin borrar esa sonrisa secuela de sus risas.

- No lo harás, piensa cada paso que darás pero no mucho - dice, contradiciéndose - solo camina en puntas de pie.

Intenta hacerlo, caminando con naturalidad. Como si siempre usara de ellos. - Pero, pareceré más alta de lo normal. - Oh sí, vive para quejarse. Eliud era una muchacha muy alta, lo había sacado de su padre.

- La grandeza, no es algo físico - le guiña un ojo, sin darle importancia a las quejas de Eliud.

Baja la mirada, volviendo a verse. Intenta que el vestido baje un poco más, en vano.

- Eso está perfecto. - piensa un segundo - soy una imbécil, tengo que cambiar el regalo de Lee, en vez de una escoba tuve que comprarle un balde para que no se manche cuando se babee por vos.

Se ríe tridente ante ello, sonrojándose fuego. - No es para tanto, Ali.. - Susurra, cría

- No seas modesta, todos los Black somos sumamente egocéntricos y para nada modestos, exagerados pero no muy arrogantes - dice, analizando la descripción de su familia, mientras poza su dedo índice en la comisura de los labios.

Se ríe, sería díficil que saliera su parte egocentrica prontamente, realmente le costaría aquello. Caminó hasta ella, para luego rodearla con sus brazos y abrazarla. - Gracias. - Sonrie, amorosa.

La abraza con ternura. - No tienes nada que agradecer preciosa - dice mientras acaricia su cabello con ternura absoluta.

- Si, si tengo. - Le sonrie, separandose de ella. Vuelve a mirarse a sí misma y a soltar una risa, contenta.

La mira, orgullosa de tener la hermana que tiene, si, hubiese querido ser su verdadera hermana, pero con el simple echo de que pueda llamarla así la hacía feliz. Deja resbalar una solitaria lagrima por su mejilla, la vio, nacer y crecer, estaba tan grande. - Ya basta de esto, me hace sentir vieja, - dice más para ella que para Eli.

- No.. no llores Ali.. - Pide, dejand una mano en su hombro. Mimandola levemente allí. Niega, rotundamente. - Tú no eres vieja. - La regaña, frunciendo el ceño.

Limpia la lagrima, ignorando los comentarios. - Como está el colegio? - pregunta cambiando de tema, interesada.

- Muy bien. - Sonrie, para luego encojerse de hombros. Aún recuerda cuando Slughorn le comentó que si seguía con aquellas notas y habilidades estaría en el Club de Eminencias, pero ella no le había prestado mucha atención. - El ministerio? - Pregunta, tranquila.

- Como siempre, algunas persecuciones pero, sin heridos. - comenta como si estuviera hablando de algo totalmente común. Para ella era común que muchos intentaran matarla mínimo 2 veces al día.